¿Deberíamos recibir un pago por contribuir a la IA?

Esta es una de las preguntas más discutidas en Silicon Valley, especialmente ahora que la IA está avanzando y amenazando con eliminar más trabajos de los que ya se han eliminado. Algunos expertos creen que un ingreso básico universal (UBI) puede ayudar a garantizar pagos en efectivo sin restricciones para las personas a medida que las tecnologías avanzadas eliminan carreras, mientras que otros piensan que la "dignidad de los datos" podría ser una parte aún mayor de la solución. En otras palabras, en lugar de brindar nuestros datos de forma gratuita a cambio de servicios gratuitos, deberíamos recibir un pago por ellos. Jaron Lanier, uno de los fundadores del campo de la realidad virtual, introdujo por primera vez la noción de dignidad de los datos en un artículo de Harvard Business Review en 2018. Él cree que los modelos de IA deben estar conectados con los humanos que les dan mucho para ingerir y aprender en primer lugar, y que a las personas se les debe pagar por lo que crean, incluso cuando se filtra y se recombina en algo irreconocible.

Si bien la idea puede ser atractiva, la asignación de la cantidad adecuada de crédito por las contribuciones de las personas a todo lo que existe en línea no es un desafío menor. Los investigadores de la dignidad de los datos no pueden ponerse de acuerdo sobre cómo desentrañar todo lo que los modelos de IA han absorbido o qué tan detallada debe intentarse una contabilidad. Aun así, Lanier cree que podría hacerse gradualmente y que incluso aquellos que han contribuido a las grandes modelos simulados pueden ser reconocidos.

Desafortunadamente, hay un desafío más inmediato que enfrentar: la falta de acceso. OpenAI ha cerrado por completo el kimono de sus datos de entrenamiento y hay demasiado inconveniente para que el equipo revele más de lo que revela. Aunque la idea de la dignidad de los datos suena bien, su implementación práctica es un asunto complejo. Como dijo Sam Altman, el CEO de OpenAI, la RBU es una pequeña parte de la solución, y aunque la dignidad de los datos puede ser una parte aún mayor, todavía queda mucho por hacer para hacerla realidad. En última instancia, es importante tener en cuenta que estas soluciones no son un plan completo para la sociedad, sino más bien tecnologías habilitadoras que deben ser implementadas junto con otras medidas.