Estiércol de vaca como energía

El estiércol de vaca es un subproducto común de la industria láctea, que se utiliza con frecuencia como fertilizante en los campos. Sin embargo, ¿qué pasaría si pudiera obtenerse un segundo uso antes de aplicarlo a la tierra? Una granja lechera en Nueva Inglaterra está liderando la conversión de toneladas de estiércol en energía limpia a través de la producción de biogás.

Las pilas de estiércol contienen microorganismos que descomponen la materia orgánica en metano. Si se libera el metano a la atmósfera, se adhiere a la radiación infrarroja producida por las ondas de luz visible y ultravioleta, lo que provoca el efecto invernadero. Aunque la mayoría de los esfuerzos por mitigar este efecto se centran en el dióxido de carbono, el metano es capaz de causar más daño que su contraparte más conocida.

En una granja lechera en Massachusetts, se encuentra un tanque subterráneo de 550,000 galones que procesa aproximadamente 9,000 toneladas de estiércol de vaca al año. El tanque libre de oxígeno mezcla los desechos a 95 y 105 grados Fahrenheit, lo que alienta a las bacterias a alimentarse del carbono, nitrógeno y otros materiales orgánicos. Este proceso, llamado digestión anaeróbica, produce metano. El gas se transporta a dos motores a través de una red de tuberías, los cuales queman el metano para generar calor y electricidad.

Además del estiércol de vaca, el biogás se produce a partir de residuos de cerdos y aves, sólidos de aguas residuales, desechos de alimentos y otros subproductos de la elaboración de alimentos. Aunque algunas de estas sustancias se pueden reutilizar, como el grano utilizado en la fabricación de cerveza, que se dona a los ganaderos para su uso en la alimentación animal, el proceso de digestión anaeróbica convierte la materia orgánica en metano y otros biogases, lo que tiene sentido tanto desde el punto de vista ambiental como financiero.

La granja lechera de Massachusetts no deja de utilizar el estiércol como fertilizante. La materia orgánica no digerible que queda después de la digestión anaeróbica aún se puede utilizar con fines agrícolas, y eso es exactamente lo que hace esta granja. Simplemente han encontrado una forma de generar energía limpia adicional en el proceso.

La Evaluación Global del Metano 2021 del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente sugiere que una mejor gestión del estiércol podría reducir casi a la mitad las emisiones de metano relacionadas con los humanos, cuando se combina con cambios de infraestructura específicos. Esto no solo ayudaría a frenar el cambio climático, sino que también evitaría cientos de miles de muertes prematuras y visitas al hospital, así como 26 millones de toneladas métricas de pérdidas de cultivos.