La lucha contra el cáncer con nanopartículas

Desarrollan nanopartículas sin efectos secundarios para combatir tumores: un gran avance en la lucha contra el cáncer

La ciencia está centrada en la lucha contra el cáncer y la búsqueda de nuevos fármacos que puedan combatir esta enfermedad. Sin embargo, muchos de los medicamentos disponibles actualmente tienen efectos secundarios no deseados, como la inflamación sistémica si se administran por vía intravenosa. Pero esto podría cambiar gracias a un hallazgo reciente.

Uno de los tratamientos más comunes para combatir el cáncer es el uso de imidazoquinolinas (IMD), moléculas orgánicas que se unen a los receptores celulares del sistema inmunológico para luchar contra los tumores. El problema es que estos medicamentos pueden producir citoquinas y otras moléculas inflamatorias al activarse para combatir la enfermedad.

Un equipo del MIT liderado por Jeremiah Johnson ha desarrollado profármacos de IMD que se activan una vez dentro del cuerpo y pueden dirigirse directamente a los tumores, evitando su liberación en el torrente sanguíneo. Estas nanopartículas son tan pequeñas (alrededor de 10 nanómetros) que pueden acumularse eficientemente en los tumores y ser absorbidas por las células inmunitarias, aumentando la capacidad del cuerpo para combatir la enfermedad.

El equipo de Johnson generó seis profármacos diferentes que se diferenciaban por su ritmo para liberar el principio activo y evaluaron su eficacia en ratones con tumores. Los resultados publicados en Science Advances demostraron que los profármacos, ajustados para un momento de activación óptimo, pueden provocar que el sistema inmunitario ataque los tumores sin los efectos secundarios asociados con la forma activa del fármaco.

Esto abre la posibilidad de utilizar este enfoque para estimular las respuestas del sistema inmunitario en pacientes con cáncer, especialmente cuando se combina con otros medicamentos de inmunoterapia o vacunas contra el cáncer. El equipo de Johnson espera que este enfoque pueda desvincular la toxicidad de algunos agentes de inmunoterapia prometedores.

Aunque el estudio se realizó en ratones, los resultados son prometedores y sugieren que este tipo de profármacos podrían ser una gran solución para reducir los efectos secundarios no deseados en pacientes con cáncer. También se podría utilizar para mejorar la respuesta del sistema inmunitario a las vacunas contra el cáncer o para tratar otras enfermedades de manera segura.

Este es un gran avance en la lucha contra el cáncer y una esperanza para muchos pacientes que necesitan un tratamiento efectivo y seguro.